En 1960, el joven André Merlaux, es aceptado para formar parte del entrenamiento para ingresar al Servicio Secreto Francés. Su desempeño será vigilado por el director Moïse, mientras es asesorado por sus compañeros Moulinier (a cargo de los asuntos referentes a África), Jacquard (Argelia), y Calot (Europa del Este). Todo esto, en medio de la Guerra Fría, la descolonización de las colonias francesas, la Guerra de Independencia de Argelia, y la posición de Francia como Superpotencia en crisis.