De las inventivas mentes de Adam Horowitz y Edward Kitsis, productores ejecutivos de Perdidos, llega Érase una vez, una recreación de un mundo fantástico en el que los cuentos de hadas y la sociedad moderna están a punto de colisionar. En Storybrooke, la magia ya no existe y los clásicos personajes de fantasía están atrapados bajo una maldición, obligados a vivir en el mundo moderno sin recuerdos de sus anteriores vidas. Todos pensábamos que vivían felices y comían perdices… o eso nos habían hecho creer. Ahora, tan sólo una joven, que al parecer es la hija secreta de dos de ellos, puede romper el hechizo de la Reina Malvada y liberarlos a todos.
Emma Swan (Jennifer Morrison, House) sabe bien como cuidarse a sí misma. Es una treinteañera que vive una solitaria y tranquila vida en Boston, en donde ha salido adelante por sus propios medios desde que fue abandonada de pequeña. Pero cuando Henry (Jared Gilmore, Mad Men), el hijo al que tuvo que renunciar años atrás la encuentra, todo empieza a cambiar. Henry tiene ahora 10 años de edad y necesita la ayuda de Emma desesperadamente. Él cree que, en realidad, Emma proviene de un mundo alternativo y que es la hija perdida de Blancanieves (Ginnifer Goodwin, Big Love) y el Príncipe Encantador (Josh Dallas, Thor).