Mika es una chica bella, pero con una vida personal que es un perfecto desastre. Trabaja como stripper en un local nocturno llamado Love, donde se encarga de provocar fantasías en los hombres que habitúan el lugar. Cuando está libre cruza la calle para ir a bailar al Hell, donde logra escaparse de su realidad. Sin embargo, todo cambia cuando es agredida en la discoteca y el responsable aún parece estar en el interior de ese lugar. Dimas (Rui Ricardo), que trabaja en la seguridad del local y ha salido con Mika, llega junto a Raúl (Milhem Cortaz) en busca de venganza. Sabiendo la impunidad del sistema judicial Alex (Lourinelson Vladimir) el dueño de Hell, entrega a un muchacho como el responsable de la agresión, quien queda en coma tras la brutal paliza de Dimas y Raúl.