Sheila y su marido Joel son dos agentes inmobiliarios que viven con su hija adolescente Abby en el suburbio de Los Ángeles llamado Santa Clarita. Ninguno está contento con sus vidas pero son capaces de sobrellevar el día a día. O así es hasta que a Sheila le ocurre algo que cambiará la vida de su familia para siempre. Joel decide apoyar a su esposa y, desde ese momento, la pareja se verá obligada a saciar el hambre de Sheila y serán arrastrados a una espiral de muerte de la que no podrán salir.