La historia comienza con el vuelo Regis 753, un ación procedente de Alemania que ha aterrizado en la pista del aeropuerto JFK y que misteriosamente se paró de repente. Todas las persianas de las ventanas han sido bajadas. Todas las luces están apagadas. Y todos los canales de comunicación han sido desconectados. La gente que está a pie de pista tienen miles de preguntas, pero tienen orden de no hacer nada. El centro de control de enfermedades ya ha sido avisado. El primero en responder a la llamada es el doctor Goodweather, que lidera un equipo de respuesta rápida que investiga amenazas biológicas. Pero al subir al avión, lo que encuentra le hiela la sangre. Todo el pasaje parece esta muerto y no hay pista alguna sobre lo que ha sucedido.
Ephraim, un hombre obsesivo y empírico, no sabe a qué se enfrentan, pero una cosa tiene clara. Jamás ha visto nada similar. Ni él ni su compañera, Nora Martinez (Mia Maestro, Alias), una inteligente bioquímica. De nacionalidad argentina, se mudó a Estados Unidos con su madre cuando apenas tenía ocho años. Está enamorada de Eph, pero entiende que lo que él quiere es arreglar su matrimonio con Kelly (Natalie Brown, Casi humanos), a pesar de que ésta ya tiene una nueva relación, y poder recuperar el afecto de su hijo Zach (Ben Hyland), que entiende la importancia del trabajo de su padre, pero lamenta lo mucho que se ha alejado de él en los últimos tiempos.
Al mismo tiempo que ocurre esto en el aeropuerto, en una casa de empeños situada en Harlem, un ex profesor y superviviente del holocausto nazi, Abraham Setrakian (David Bradley, Juego de tronos) sabe que algo está ocurriendo en la ciudad. Y sabe que ha llegado la hora. Una guerra se avecina. De alguna manera está ligado a la malvada criatura que ha llegado a bordo de ese avión.